jueves, 27 de enero de 2011

Metáfora

Si en esta vida somos una gota de rocío reposando en el centro de una hoja; en medio de un bosque donde hay infinidad de hojas y gotas parecidas a nosotros. No somos todos iguales, pero sí parecidos; y no tendremos todos el mismo destino, algunos serán evaporados, bebidos por algún animal, otros caerán a la tierra para alimentarla y seguir dando vida. Ninguno de estos destinos es indigno, entonces: ¿qué hace a la humanidad desear quedarse en el centro de la hoja inerte sin crecer o trascender?