Como en la caja de Pandora aquí encontraras desde los peores demonios, hasta la más bella esperanza.
miércoles, 29 de agosto de 2012
Una razón para ocupar las palabras de otros
En variadas ocasiones, no sabemos definir las emociones que cruzan nuestro sistema emocional; eso es porque mientras nuestro cerebro
se deja llevar por los mecanismos primarios de reacción nuestro lenguaje se
limita a admitir que está confundido.
No reconocemos
entre tantas emociones de las que puede escoger un humano, y nos sentimos tan
extraños como en un buffet donde no conocemos el nombre del platillo que
queremos comer aun cuando recordamos su sabor. Danzamos a un ritmo tan
acelerado que apenas reconocemos las notas.
El lenguaje
es la única herramienta con la que contamos para justificar la realidad y veracidad
de nuestros cúmulos de emociones, pero y si nuestro vocabulario es tan precario
que no nos expresamos con claridad, sólo nos queda ayudarnos de las obras de
grandes maestros; poetas que nos guían en el laberinto de reacciones bioquímicas
que inundan nuestra lengua con incomprensible tartamudez.Un ejemplo
domingo, 26 de agosto de 2012
Heroísmo
El amor es una de las principales razones que nos llevan a ser héroes. Pero el amor verdadero, no el que conocemos rodeado de corazones, pintado de rosa. Ese amor que es motivado por la supervivencia, ese sentimiento que nos indica que sí lo amado faltase se nos partiría una parte del alma.
Las revoluciones más fuertes en la historia de la humanidad están inspiradas en eso; cuando una madre ve a sus hijos consumirse por el hambre; aquellos amantes que ven sufrir a su pareja frente a sus ojos; o tal vez aquel que lleno de impotencia contempla la caída de todo lo que consideraba sagrado.
Esos amores en llamas, esas chispas irremplazables de esperanza, la bilis, la adrenalina y todo lo que llevan a un ser humano a defender a aquellos que son sus iguales; es la única forma de luchar que realmente es honorable.
Las revoluciones más fuertes en la historia de la humanidad están inspiradas en eso; cuando una madre ve a sus hijos consumirse por el hambre; aquellos amantes que ven sufrir a su pareja frente a sus ojos; o tal vez aquel que lleno de impotencia contempla la caída de todo lo que consideraba sagrado.
Esos amores en llamas, esas chispas irremplazables de esperanza, la bilis, la adrenalina y todo lo que llevan a un ser humano a defender a aquellos que son sus iguales; es la única forma de luchar que realmente es honorable.
viernes, 24 de agosto de 2012
Yo o cualquiera
De todas las personas de la Ciudad, por serendípia
encontramos a una mujer de cabello chino y tez blanca; va en el metro con
audífonos puestos y leyendo a Alejandro Jodorowsky o alguna novela, está
absorta en lo que lee, de repente levanta unos ojos cafés que observan por unos
lentes los nombres de las estaciones.
Sale del subterráneo
en busca de su cafetería favorita, una de tantas sucursales de Los Jarochos,
pide un frapuchino, para pagarlo saca dinero de una colorida cartera, donde
guarda también su credencial de estudiante, Comunicación y Periodismo UNAM Fes
Aragón, ya está en quinto semestre, aunque muchos de sus amigos de la
secundaria ya se han graduado.
Con el café endulzado con azúcar moscabada, busca un claro
dentro de los Viveros de Coyoacan para continuar su lectura. Por sus oídos han
desfilado Presuntos Implicados, Beatles, Parlour Steps y tal vez alguna canción
a vos de Pavarotti, es friolenta así que busca el pleno rayo de sol.
Si el cielo la intriga tomará alguna fotografía, y cuando
haga alguna pausa en su lectura se dará cuenta que se habla en tercera persona
y ha venido describiendo uno de esos buenos días que se presentan cada que se
puede. Se dirá, en tono de regaño, Irais ya deja de pensar en tonterías, se
reirá y continuará la lectura.
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